La Radioafición es una de esas pasiones que son difíciles de explicar. Mucho más hoy en día con el auge de las telecomunicaciones y la facilidad de acceso a las mismas que nos hace perder la perspectiva de todo lo que el ser humano ha tenido que experimentar y padecer hasta llegar a la tecnología actual.
En esta página pretendo simplemente dar a conocer el porqué de esta afición y cómo me gusta desempeñarla en el poco tiempo que mis obligaciones familiares y profesionales me dejan para ello. Pese a las dificultades de todo tipo a las que nos vemos sometidos los radioaficionados, merece la pena la experiencia.
Bueno. Me voy a permitir llamar a mi cuarto de radio el "Santuario". Entiendo que, como pasa con casi todos los que nos dedicamos a este noble arte de la radio, nuestro cuarto de radio es algo muy importante, casi es como un lugar sagrado en el que lo mejor es que nadie, o casi nadie, entre.
Pero como dice el refrán, "lo mejor es enemigo de lo bueno" y en mi caso, el cuarto de radio es una ubicación compartida con toda mi tropa. Eso si, son tremendamente obedientes y salvo los gemelos nadie suele tocar nada relacionado con la "radio de papá".
Como se aprecia en la foto (si pulsas con el ratón sobre ella se amplía), el cuarto de radio tiene dos zonas bien definidas. La parte izquierda con una tele y un video para que los enanos puedan entretenerse sin destrozar el salón de casa. Y la parte derecha con el equipo de radio y los ordenadores para que el papá también pueda entretenerse sin "destrozar" el salón de casa ni a los enanos. Todo perfectamente medido.
Obtuve mi primera licencia de radioaficionado en el año 1986. Mi flamante EB4DPC. Unos cuantos años dedicado a las "muy altas frecuencias", a los muy largos y difíciles DX en esas bandas, un duro trance con el morse, la licencia EC y, por fin, el EA. Además, de dos letras. Es curisoso cómo los DX en VHF me sirvieron para obtener las dos letras del EA. Más de ciento veinte cuadrículas confirmadas por toda Europa en VHF fueron decisivas. El esfuerzo valió la pena.
Después de más de cinco años de trabajar ininterrumpidamente en HF y de tener confirmados más de docientos países (reconozco que no es ningún logro ojo, es simplemente que no tengo mucho tiempo), en honor a la verdad es MUCHO MAS DIFÍCIL y complicado conseguir cuadrículas y contactos en VHF.
Volviendo a la historia, me inicié en esto de la radio a principio de los ochenta. Fue en verano, en Galicia. Un día pescando en la Ría de Sada, en un viejo y destartalado barco de un tío mío. El barco se llamaba "Zamburiña" y olía a gasoil que apestaba. Hacía agua por todas partes. La bomba de achique no daba abasto. Y, como medida de precaución, además de unos cuantos salvavidas y bengalas que llenaban todos los tambuchos, disponía de dos emisoras de radio que seguramente valían mucho más que la propia "Zamburiña". Una de las emisoras era la obligatoria de VHF con los canales "marinos" y permanentemente puesta en el canal de socorro, seguro que no para escuchar sino para usarlo en el momento en que fuera necesario.
Curiosamente la emisora que más llamó mi atención fue la otra. Era una Maxcom IV de 27 MHZ y 40 canales. Resultaba muy entretenido escuchar lo que se decía por aquellos pagos. Le pregunté a mi tío si podía conseguirme prestada una emisora similar durante unos días para curiosear. Una semana más tarde ya disponía de una emisora de 27 con una antena muy curiosa y una fuente de alimentación que vibraba como un teléfono móvil de los de ahora. Ahí empezó mi lucha con unas ondas que no sabía muy bien qué eran pero que según me contaba todo el mundo podían acabar de un plumazo con la emisora. Conseguí un medidor de estacionarias prestado por "Mike Sierra" y comencé a subir y bajar la varilla de la antena hasta que esas temibles estacionarias bajaron a niveles aceptables por el paso final de la emisora. Mis primeros QSO's fueron un desastre. No sabía qué contar ni qué decir. No tenía indicativo fijo...vamos, que estaba hecho un lío. Fueron unos años en 27 muy entretenidos.
En el año 1985 decidí presentarme a los exámenes para obtener la licencia EB y conseguí mi primer indicativo, EB4DPC, en 1986. Durante años mantuvimos interesantes ruedas en 145.975 (frecuencia de satélites, ya lo sé....) con un grupo muy animado, EA4BZM, EB4DOX, etc, etc.
Luego llegaron los estudios universitarios y el poco tiempo para dedicarlo a la Radio. Mi primera estación seria la tuve en el 1995 cuando instalé en casa una antena direccional y un amplificador de 200 vatios de esos que tan bien hace EA4BQN y comencé a conquistar cuadrículas como loco. Logré confirmar en VHF unos cuantos países, cosa que, como decía al principio de este relato, me fue de gran utilidad para conseguir las dos letras en el EA. En 1996 me presenté a los exámenes de EC y logré aprobar de manera que a principios de 1997 me entregaron, curiosamente, mi indicativo EC4DPC. Vaya coincidencia !. Pasado el tiempo reglamentario me examiné del EA y con bastante suerte logré aprobar, y eso que apenas había practicado el morse desde que me dieron el EC. Solicité directamente el indicativo con dos letras y me fue asignado mi indicativo actual, que según me han dicho en multitud de ocasiones, perteneció a un gran radioaficionado y mejor persona. Lo cual me alegra mucho.